Hola.
Cuando empecé el instituto pensé que esto tendría más vida de lo que tiene ahora, de hecho, pensaba que esto tendría algo de vida. Pero es que siempre que intento escribir algo, acabo con nada, pero nada, NADA.
Y no es que no haya tenido razones para escribir, sinceramente, es simplemente que cada vez que lo intentaba, acababa dándome por vencida al ver que igualmente no saldría nada.
Y es que todo es culpa de la rutina, esa mujer que nos consume lentamente y de la que sólo podemos salir con algunas pequeñas cosas que hagan que una semana sea distinta de la otra. La rutina es tan letal que acaba con mis ganas de querer poner cosas tontas. Y estoy muy cansada, sí, ya sé que diréis que és octubre y que es muy triste estar cansada a estar alturas, pero no voy a mentir, lo estoy, estoy muy cansada, y lo peor aún está por llegar.
Pero bueno, ahora, tengo mucho que contar.
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