Vale, ni yo puedo creer que después de tanto tiempo esté volviendo a escribir sobre mi querido Roberto. Bueno, en realidad, no me creo que después de tanto tiempo esté volviendo a escribir en este blog. Se supone que en verano tengo más tiempo para hacerlo, el problema es que debería tener cosas qué decir y no las tengo.
Pero hoy sí tengo algo que decir porque si no lo digo no me quedo tranquila. Y sí, es sobre mi querido Roberto. Tengo que decir que sí, que mi Roberto ha pasado a un segundo plano en mi corazón estos últimos meses, pero eso no significa que no siga ahí. Ya sabéis lo orgullosa que estoy de él por atreverse con nuevos proyectos que le alejen de Crepúsculo lo más rápido posible y ésta es una de las razones por las cuales he hecho este post. Pero no es la principal.
Bueno, por si no lo sabéis, Robert ha pasado por un mal trago personal estas últimas semanas, relacionado con una infidelidad muy sonada de Kristen (de la que, con perdón, hace ya tiempo ignoro. No por odio ni cansancio si no porque simplemente me he dado cuenta de que Kristen Stewart no me interesa mucho, la verdad, ni como actriz ni como persona). He estado preocupada estos días por el estado de Robert (no ha ocupado todas mis preocupaciones, porque bueno, yo también tengo las mías y tengo otras cosas en las que pensar que en las vidas ajenas) y estaba un poco "nerviosa" por ver qué pasaria cuando Robert volviera a salir delante de las cámaras.
Pero lo ha hecho muy bien. Ayer fue la premiere en NY de Cosmopolis, película por la que ha recibido muy buenas críticas de aquellos que en otros tiempos le atacaban por interpretar al vampiro manipulador y obsesivo. Y acudió, y se puso más guapo que nunca porque Roberto es guapo pero ultimamente aún lo está más. Y sonrió y fué el Roberto que solía ser. Y eso me ha aliviado mucho y me ha puesto muy contenta. Porque este es el Robert que queremos (sus fans) ver. Porque ha sabido separar si vuda personal con su trabajo y porque es un hombre con clase que ha decidido plantar-le cara a las cosas y no esconderse. Y por eso, Roberto, estoy muy contenta de que todo te vaya tan bien, admiro tu saber estar y tu manera de coger el toro por los cuernos y ser profesional. Y como siempre, te deseo todo el éxito del mundo y unas muy buenas críticas en tus próximos proyectos. Deseo también que encuentres a una señorita preciosa que te quiera tanto como tú a ella y que te haga feliz. Y también que nunca más tengas que hacer una peli a lo Crepúsculo, que sabemos que tú tampoco lo deseas.
Sigue sonriendo, Robert. Sigue enorgulleciéndonos con tus logros.
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