He estado leyendo algunas entradas del blog. Me leo y me hago gracia y veo las cosas que me emocionan y las cosas que me gustaban y que aún me gustan y como ya por ese entonces tenía parte de la esencia que sigo conservando.
Cual ha sido mi sorpresa al ver que este blog tiene ya nada más y nada menos que cinco años. Bien, tendrá cinco años en junio de este año, pero está ya en dirección hacia cumplirlos.
No me lo creo.
Recuerdo que empecé este blog con inteción de hacer una cosa seria, pero para ese entonces yo no era una persona lo suficientemente seria como para hacer algo que se ajustara a las expectativas que yo tenía (tampoco lo soy ahora, pero bueno). No me disgusta para nada la dirección que tomó el blog, en cuanto a diario personal, comentario de cosas que me habían gustado, listas y posts para recordar cosas, posts de desahogo... creco que sí bien es cierto que no es el blog que yo me plantée cuando era una cría, sí que es el blog que he ido necesitando al largo de estos años.
Sinceramente, no creo que esté hecha para ser una blogger constante, como ya ha quedado demostrado con el hecho de que en 2014 solo hice una entrada en este blog (espero poner alguna más este año, a ver si hay suerte), y menos una que trata temas comunes y que la gente quiera leer. Esto es más que un diario, ya lo tuve claro a la semana de hacerlo.
Y es un diario que lleva ya cinco años aquí, en la zona del autismo tecnológico, colgando entre las redes de internet sin nadie, excepto yo, que lo lea. Dudo mucho que mi único seguidor se tome el tiempo de leer las tonterías que escribo, si es que no es alguien que te sigue automáticamente, como un bot. Bueno, da igual. Tener a gente leyendo mis cosas tampoco fue nunca mi objetivo. Si hubiera sido así, hubiera apostado más por la igualdad temática y un mejor trabajo de los posts. En cierta manera, me gusta que sea así. Siempre me dirijo a una segunda persona del plural que no existe, pero porque es más fácil que hablar con tu misma en una entrada de un blog. Aunque ahora que lo pienso no estaría nada mal, debería probarlo alguna vez.
Bueno, no estoy diciendo nada productivo para variar.
Le tengo mucho cariño a este blog. Hace mucho que no escribo nada y es porque siento que ya no tengo nada que escribir. Estos últimos meses he decaído cada vez más en el sentimiento de que ya no quiero compartir nada con la gente de Internet, cosa que queda clara por mi actividad en twitter que solía ser muy alta y ha quedado reducida a nada. Ya no siento que quiero decir cosas, aunque sean tonterías. No siento que sea necesario ni que tenga ningún sentido. De esta manera, por esta razón, tampoco tengo inspiración para venir aquí y hablar de esto o de lo otro. Hace ya unos meses que ya no sé escribir nada, ya no tengo ideas nuevas. Supongo que estoy un poco cansada y triste a la vez.
La longevidad de este blog, pero, me pone contenta, el hecho de que aunque despacio, este blog se mantenga y yo siga diciendo tonterías aquí y allí haciendo ver que comunico cosas que no comunico a nadie, porque no hay receptor.
Espero volver por aquí antes de que otro día, el año que viene, entre y me sorprenda de los años que tiene este blog, como hoy.
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