sábado, 11 de junio de 2011

High School Wasn't Meant To Last Forever

El otro día tuve la graduación del instituto, no penséis ni por un minuto que fué como en las películas americanas con los diplomas, los birretes y las túnicas y luego el baile de final de curso, aunque nos gustaría, las cosas aquí no son así. Fue una graduación sencilla, bastante simple, pero tuvo su gracia, luego fuimos a cenar y comí nachos por primera vez (muy buenos por cierto) y después de fiesta a bailar (aunque la música no me gustaba nada). Me lo pasé bien.
El caso es que no creo haber asimilado el hecho de haber terminado el instituto, ayer fue el último día que entré en ese instituto como alumna y al salir, al quitar el candado de mi taquilla y dejarla vacía pensé que ya no volvería a ser alumna de ese instituto nunca más, cosa que en cierta manera es bueno porque eso significa que no he suspendido ninguna y no tendo que repetir el curso, cosa que sería una mierda como una casa. No lo sé, no sé como sentirme en estos momentos, supongo que emocionada por empezar algo nuevo, un poco asustada también, y triste por dejar ese lugar, esos profesores y esos amigos atrás. He tenido la suerte de conocer a grandes personas (la verdad es que cuando llegas a estos momentos de despedidas hasta la gente que te cae mal te parece mejor sólo por el hecho de pensar que habéis pasado tiempo juntos y que no os volveréis a ver [como en Como Conocí A Vuestra Madre]) y a otras no tan grandes que en realidad no me importa perder de vista. He pasado grandes momentos y otros no tan grandes, son cosas que pasan, el instituto no es fiesta, en realidad es muy aburrido, pero los amigos te lo hacen mejor, hacen que merezca la pena. Saber que el año que viene no veré a personas con las que he ido toda la vida es triste. Pero planeo guardar esta memoria siempre dentro de mí aunque dentro de unos años no recuerde algunos nombres (aunque ahora con Facebook eso ya no pasa).
Y es que han sido seis años, seis años de mi vida.
También he acabado musica, y con suerte no tendré que repetir nada, el examen de trombón lo haré en Setiembre i tengo la intención de aprobarlo, porque así ya no tendré que volver. La verdad es que con música no me da tanta pena. Realmente nunca sentí que pertenecía a ese lugar y con esa gente y estoy feliz de que se haya acabado, porque algunos años han sido una verdadera tortura para mi, pero ahora ya está. Aun así, también echaré de menos a ciertas personas. Mientras haces memorias con esas personas durante el curso no te das cuenta de que esas serán las últimas memorias que tendrá (quizá) de vosotros juntos (no en sentido amoroso, si no de amistad) y eso también es triste.
Pero como dicen, la vida son ciclos, y todo debe acabar para dar paso a algo nuevo.
Aun así, gracias.
Gracias, gracias, gracias, i mil gracias a todos por todo. Os quiero y os echaré de menos, aunque nunca lo diga.

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