martes, 9 de noviembre de 2010

Screwing up

Es tan difícil tener amigos. Bueno, en realidad, es difícil conservarlos, hacerles felices a todos. Es una cosa básicamente imposible, porque cuando intentas hacer algo por uno, el otro puede tomárselo mal y al revés, y hay ese sentimiento de que hagas lo que hagas vas a sentirte mal o de un lado o del otro. Lo que es aún más difícil es conservar a esos amigos que realmente conoces, y que sabes como son.
Yo no he intentado herirte, en realidad, ni siquiera sabía que te lo tomarías tan a pecho ni que te molestaría tanto. Fue algo que salió sin más, y aunque entiendo que puedas estar dolida, no se si realmente es para tanto.
Además, un día hará ya un año te pareció que esa era una razón estúpida por la cual enfadarse, y ahora lo estás haciendo. Y yo intento no enfadarme nunca y me lo guardo, me guardo cuando te burlas de las cosas que a mi me gustan o a ti no, o no les das la más mínima importancia ni le pones interés. Y sin embargo, yo que siempre estoy ahí, que hasta te animo con cosas que ni siquiera sé que son, que te aguanto cuando me hablas de famosos a los que ni siquiera conozco, yo no me río ni me burlo de ello. Y no me enfado. Porqué se que en cierta manera eres así y que no lo haces intencionadamente, pero del mismo modo que te duele a ti esto, a mi eso también me duele.
Es tan difícil tener amigos, porque tener a alguien por quien te preocupas i por quien lo pasas mal cuando te enfadas es una mierda, sólo sirve para estar mal. Quizá lo mejor es estar solo. Quien sabe.

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