sábado, 9 de julio de 2011

2 weeks

Dos semanas.
John y Savannah tardaron dos semanas en enamorarse. Sólo les bastó dos semanas que marcaron el resto de su vida y que les llevó a conocer el amor y a intentar mantener ese amor a pesar de la distancia que pueda haber. Dos semanas para conocerse y quererse. Dos simples semanas resumidas en noches mirando la luna y las estrellas, o surfeando, o paseando por la playa. Dos semanas para recordar siempre, incluso en la distancia mas infinita y solitaria. (Todo esto hace referencia al libro de Dear John de Nicholas Sparks, si no lo habéis leído hacedlo).
Me voy de vacaciones dos semanas y mis dos semanas no van a ser para nada como las dos semanas de John y Savannah (y por mucho que alguien pueda creer que puede pasar, no nos engañemos, no va a pasar). Voy a estar dos semanas consumiéndome lentamente como las hermanas Lisbon, sólo que con un final mucho menos trágico (Las Vírgenes Suicidas de Jeffrey Eugenides, el último libro que he leído. El título es más alarmante de lo que en realidad es la novela, porque si lees el título parece que vaya de sacrificios o cosas siniestras o góticas cuando en realidad no. Es una novela muy rara, pero al final es muy perturbadora. También hay una peli pero como siempre, se saltan cosas y cometen errores como la razón de la muerte de Mary, pero bueno, no me meteré en eso ahora.) Y sé que lo haré porque en ocasiones como estas siempre lo hago, cuento los días que pasan y los que quedan esperando con esperanza a que pasen más rápido de lo que realmente pasan. Este año es más duro, incluso he llegado a llorar por las noches (ayer mismo) por el hecho de que tengo tantas pocas ganas de ir que saber que tengo que ir me provoca angustia. Es tonto, lo sé, pero no puedo evitarlo. Estoy harta. Y me siento empujada una vez más a dos semanas de incomodidad permanente, intentando hacer ver que me siento parte de algo de lo que en realidad no me siento parte. Es triste. Yo sé que ellos lo notan, pero es lo que hay. Esto es un quid pro quo, no puedes esperar que yo de más de mí. Sé que se preocupan por mí, pero no es lo mismo. Ahora, a unas 3 horas de irme y sin poder dormir tengo que decir que espero que estas dos semanas sean muy cortas. Pero mucho.
Dos semanas infelices fingiendo ser feliz.
Por lo menos, cuando tienes las espectativas tan malas como las mías, ya no puede ir mucho peor. Y lo que peor me sabe es que no voy a poder ver Harry Potter el día de la premiere. Es el último HP y yo no puedo verlo el día de la premiere mundial. El otro día casi lloro porque se acababa HP, no sé, supongo que estoy muy sensible o algo.
En conclusión, espero que estas dos semanas sean para vosotros las dos semanas de John y Savannah, porque por lo menos alguien de nosotros será feliz mientras yo tengo mis dos semanas de hermana Lisbon.
Un beso, y hasta de aquí dos semanas.

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