martes, 26 de julio de 2011

Adiós, Harry

Perdonadme si me pongo sensiblera en esta entrada, tenéis que entenderlo, y si no lo entendéis por lo menos toleradlo.
Cuando volví, una de las primeras cosas que hice, después de dormir y cosas así, fue ir a ver la última película de Harry Potter, muy buena por cierto, gran película. Y mientras la película iba avanzando me daba cuenta de que yo iba avanzando con ella, de que en cierta manera, te da cuenta de que tu también has llegado al final. En cierto modo, no podría haber venido en mejor momento, acabado el instituto, la música, separarse de los amigos de toda la vida, ir a la universidad. Era acabar todo un ciclo, y Harry Potter cerraba esa ciclo, lo ha cerrado de la mejor de las maneras, pero también de una manera nostalgica y triste.
La primera vez que vi Harry Potter debía tener unos 7 años. Fui a verla con mis padres y mi hermano, un gran aficionado a los libros de HP ( en realidad, creo que son los unicos libros que le he visto leer con afición y sin poder parar) en la sesión de las 8, que para aquél entonces me parecía supertarde incluso cuando yo le había dicho a una amiga que iría con ella. Pero fui igualmente porque quería verla. Tengo que admitirlo, no había leido ningun libro y no había planeado en hacerlo tampoco. Vi la película y quedé encantada con todo, con los personajes, especialmente Hermione, con el mundo de la magia y con las varitas. Fui una segunda vez con mi amiga tal y como habíamos quedado. Nunca le dije que ya la había visto, aunque al final le dije lo que pasaba y que lo sabía porque me lo habían contado. Supongo que se lo creyó. El caso es que después de verla dos veces, ya me la sabía de memoria. Jugábamos a recrear la película durante las horas del comedor y también por las tardes, usando palos como varitas. Después salió la segunda y quedé igual de encantada, ya estaba en ese mundo. Así que decidí leerme el tercer libro para poder ir al cine con un poco más de conociemiento. Cuando acabé el libro en verano, estuve unos cuantos días asumiendo lo mucho que me había gustado y lo mucho que había disfrutado leyendolo, así que empecé con el cuarto. Pero me cansé, porque tenía sobredosis de Harry Potter y necesitaba leer otra cosa. Así que vi la tercera peli y la cuarta sin leer el libro, igual con la 5a, película que vi al menos unas 3 veces en el cine. A la 4ta le tengo cariño, no solo porque sale Roberto, si no porque solía tenerla en el ordenador y me ayudó a despejarme en días difíciles. Así que, con la imminencia del ultimo libro decidí que lo mínimo que podía hacer era leermelo, pero no podía leermelo sin leer el 6to, así que leí el 6to, otra maravilla y leí el septimo. El 7to es el mejor, el mejor libro. Me encanta el septimo, el verano pasado volví a leerlo entero y me volvió a encantar, la entrada está por ahí, me acuerdo de escribirla. Y me acuerdo del vacío existencial después de leerlo.
Pues bien, ese vació existencial también está ahora. Después de 10 años creciendo junto a Harry Potter, viendo como crecen los actores sin darte cuenta de que tu lo estás haciendo también, esperando los estrenos para ver las películas, esperando que Ron y Hermione se dieran un santo beso, esperando tantas cosas, ahora se ha acabado.
Un ciclo importante se ha acabado, ya no hay más esperas, no hay más magia, ya no hay Harry. Es triste pero es así. Pero Harry siempre estará con aquellos que hemos crecido con él, porque ha sido parte de nuestras vidas durante mucho tiempo. Porque nos ha enseñado el amor, la amistad, la lealtad y la valentía que van mas allá de la maldad, pero también nos ha enseñado la pérdida de los bueno y la lucha por un ideal. Harry Potter no se acaba, Harry Potter siempre estará aqui. Porque cuando mire hacia atrás a mi infancia y a mi adolescencia, Harry Potter siempre estará allí. Puede que me averguenze de ello, puede que no. Pero será una parte de mí y por eso esto no es un adiós definitivo. Es un adiós de momento.
Gracias Potter, y hasta siempre.

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